viernes, 27 de octubre de 2017

ACTIVIDAD 2: SELECCIÓN TEXTOS FOLCLÓRICOS (corregida)



ACTIVIDAD 2 (corregida)

Justificación e importancia del folclore en la infancia

Si echo la vista atrás y pienso en mi infancia, recuerdo muchos juegos y situaciones divertidas. Una de las que recuerdo con más cariño y que más me hace sonreír casi sin darme cuenta, es la de mi abuelo Eduardo contándonos a mi hermano y a mi historietas y retahílas cuando nos metíamos en su cama al despertar, durante los largos veranos que pasábamos en su casa del pueblo de Segovia, donde vivía con mi abuela.
Mi abuelo fue una persona analfabeta, vamos, que no sabía ni leer ni escribir y las cuentas con los dedos, como solía decir él. Cuando le veíamos con el periódico o cualquier revista siempre  nos decía, “no creáis que estoy leendo, sólo veo los santos”. Pero eso no impidió que fuera una persona culta con grandes inquietudes por aprender y por enseñarnos. Se sabía cientos de cuentos, de canciones y poesías, y siempre tenía un dicho para cada situación. A veces nos contaba anécdotas de la guerra, de los italianos a los que tenía que hacer la comida, y otras veces retahílas que no nos cansábamos de escuchar. Todo eso se quedó en mi memoria y cada vez que oigo a alguien decirlas o me encuentro con uno de sus cuentos me doy cuenta de lo importante que es contarles cosas a los niños, que parece que es solo para pasar el tiempo…y muy al contrario, van formando parte de su identidad, van aportando léxico nuevo, y sobre todo van forjando su creatividad e imaginación. El gallo kiriko, el romance del Conde Olinos, las canciones del nuevo mester de juglaría, el milagro de san Antonio,… son parte de mi cultura familiar. Con abuelos y padres castellano-viejos, la historia que se me transmitió en casa en mi infancia no podía ser otra que la de Castilla. Dichos y cuentos que habían recibido también de sus antepasados de forma siempre oral.
Hoy, a la niña que fui, se le remueven dulcemente las entrañas al añorar esos días felices y reflexiono como docente sobre la importancia de seguir transmitiendo este saber a mis alumnos y de impedir que se rompa la cadena de este conocimiento, ya que con él perderíamos parte de nuestra esencia y nuestra identidad.

Buscando el cuento que tantas veces escuché a mi abuelo del Gallo Kirico me he encontrado con un importante recopilador de la cultura folklórica castellana Joaquín Díaz. Se trata de un reconocido recopilador de la cultura tradicional castellana  y respetado autor de numerosas obras desde los años 70.


“Este juglar del siglo XX recogía y estudiaba canciones tradicionales españolas y del resto del mundo; que luego las cantaba con voz exquisita y con gran respeto a las versiones originales; que grabó discos cuidadísimos y muy escuchados…, y que después desapareció.(…) empezó a transformarse entonces en el gran etnógrafo español del sXXI. Desapareció de la memoria de todos...para recuperar la memoria de todos". (El País, 1-09-2015)
Por todo lo dicho sobre Joaquín Díaz puede considerarse como una fuente fiable a la hora de seleccionar textos de la cultura folclórica. Por eso y por el vínculo afectivo que me une a él, muchos fueron los romances que se escuchaban en mi casa interpretados por él en vinilo y en las casettes en los viajes que hacíamos en coche toda la familia, he seleccionado tres de sus obras para este trabajo de investigación en el folclore castellano.

1.  ROMANCE DEL CONDE OLINOS. 4º E.P.
Esta obra forma parte de la poesía folclórica que, junto con la canción, introducen al niño en el palabra, el ritmo, y en la expresividad en su estado puro. He seleccionado este romance porque lo trabajé en la EGB con nuestro querido profesor de música, mis abuelos ya me lo habían cantado alguna vez pero cuando lo escuché en clase, en versión de Joaquín Díaz, me pareció una obra muy triste, pero a la vez preciosa. No creo que fuera capaz de entender el verdadero sentido de la historia, pero recuerdo la frase del entierro con una gran injusticia, ¿por qué no podían enterrarles juntos? 


Madrugaba el conde Olinos,
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.

Mientras el caballo bebe
él canta un dulce cantar.
Todas las aves del cielo
se paraban a escuchar.

Caminante que camina
olvida su caminar;
navegante que navega
la nave vuelve hacia allá.

La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está.
Levantaos, Albaniña,
de vuestro dulce soñar.

No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
que es la voz del conde Olinos
que por mí quiere finar.

Si por tus amores pena,
¡oh, malaya su cantar!
Ni porque nunca lo goces
yo lo mandaré matar
.
Si lo manda matar, madre,
juntos nos has de enterrar.
Él murió a la medianoche
y ella a los gallos cantar.

A ella como hija de reyes
la entierran en el altar,
a él como hijo de condes
unos pasos más atrás.

De ella nace un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro
los dos se van a juntar.

Las ramitas que se alcanzan
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban
no dejan de suspirar.

La reina, llena de envidia,
ambos las mandó matar.
El galán que los cortaba
no cesaba de llorar.

De ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan par a par.

Considero que a pesar del mensaje triste, romántico e injusto, puede trabajarse en el aula dada la belleza del romance. Los alumnos de 4º de EP ya tienen edad suficiente como para poder entender parte del mensaje y comentar sus impresiones en un pequeño debate posterior. Se procederá a escuchar en primer lugar la versión cantada, de forma repetida en varias sesiones, y de forma posterior se les recitará también en diferentes momentos para que les resulte familiar su contenido y se facilite su comprensión. 
Una vez familiarizados con el texto se  se analizará lo que ellos entienden de la historia, lo que más les ha gustado y lo que ellos cambiarían. Lo importante es que los alumnos expresen libremente lo que entienden y sienten no haciéndose interpretaciones por parte del docente. Según se vaya repitiendo la la escucha del romance tanto cantado como recitado se irá profundizando un poco más en su significado. Una vez que los alumnos lo hayan comprndido lo irán haciendo suyo y se les animará a que ellos mismos lo reciten primero leyendo y posteriormente cantándolo ya que solo con la escucha reiterada y el diálogo sobre el contenido habrán ido memorizándolo.


2.  HISTORIA DEL GALLO KIRICO. 1º y 2º E.P.



(Recogido por Joaquín Díaz en 1984 y publicado en los Cuentos en castellano, Madrid: De la Torre, 1988, págs. 109-111.)


Este era un gallo, un gallo muy presumido, muy presumido, y le había mandado una carta su tío Perico, que se iba a casar y que le invitaba a la boda. Entonces se puso todo chulo, todo guapo, se lavó bien las plumitas y ya iba cantando por el camino tan contento; pero de repente pues vio un mudadal, y, claro, le tiró la idea de picar en él. Y decía:
— ¿Que haré yo? Sí pico, me mancho el pico, y tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Pero picó; picó y se manchó el piquito, y entonces se entristeció todo. Se lo limpió con unas hierbas, y nada, no se le quitaba. Iba todo triste, todo triste:
— Ay, ay, que tengo que ir a la boda mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Y se encontró una malva, y dice:
— Malva, ¿no me podrías limpiar el pico, que tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito?
Y dice:
— ¡No quiero!
Entonces dice:
— Bueno, pues me voy para allá.
Se va andando todo triste, todo triste, y se encuentra una oveja. Y dice:
— Oveja, come a malva, que la malva no ha querido limpiarme el pico, y tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
— ¡No quiero!
Dice:
— Bueno, pues me voy para allá.
Iba andando, andando, andando, y se encontró un lobo.
Dice:
— Lobo, come a oveja, que oveja no ha querido comer a la malva y la malva no ha querido limpiarme el pico; tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
— No quiero.
Entonces va andando, andando, andando, y se encuentra un palo:
— Palo, pega al lobo, que el lobo no ha querido comer a oveja, oveja no ha querido comer a la malva y la malva no ha querido limpiarme el pico, y tengo que ir a la boda de mi tío Perico, que tengo que ir muy limpito.
Dice:
— No quiero.
— Bueno, pues me voy para allá.
Y todo triste el pobre gallito, sigue andando, y se encuentra una lumbre.
Dice:
— Lumbre, quema al palo, que el palo no ha querido pegar al lobo, el lobo no ha querido comer a oveja, oveja no ha querido comer a la malva y malva no ha querido limpiarme el piquito, que tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
— ¡No quiero!
Entonces va más allá, más allá, más allá, y se encuentra un arroyo.
— Agua, apaga la lumbre, que la lumbre no ha querido quemar al palo; el palo no ha querido pegar al lobo, el lobo no ha querido comer a oveja, oveja no ha querido comer a la malva y la malva no ha querido limpiarme el pico, que tengo que ir a la boda de mi tío Perico y tengo que ir muy limpito.
Dice:
— No quiero.
Dice:
— Bueno, pues entonces me limpiaré yo solo.
Se agachó el pobre a limpiarse el pico en el agua y, ¡bam!, se cayó. Y va y la corriente le llevaba. Vinieron las doncellitas de su tío Perico a por agua para hacer la comida, le vieron, le cogieron, le pelaron, le guisaron con arroz y en las bodas de su tío Perico el pobre gallito allí terminó.

El cuento del gallo kiriko pertenece a la categoría de cuentos acumulativos dentro de los relatos folclóricos. Ya que según avanza la historia se van añadiendo nuevos personajes y se va repitiendo la misma estructura que es lo que produce cierta melodía en la narración y favorece la motivación y disfrute de los niños.
La actividad consistirá en un cuentofórum en una sesión de clase. Se narrará la historia y posteriormente se abrirá la participación a todos los alumnos. Deberán explicar qué ha ocurrido en la historia y qué les ha parecido, si les gusta cómo acaba la historia o si ellos preferirían cambiar algo.
Para finalizar se hará un mural entre todos los alumnos con los personajes del cuento, de manera que con la memoria colectiva sean capaces de recordar todos y cada uno de ellos y qué relación mantenían.

3. ROMANCE "MILAGRO DE SAN ANTONIO"
Divino, glorioso, Antonio,
suplícale al Dios inmenso
que con su gracia divina
alumbre mi entendimiento
para que mi lengua
refiera el milagro
que en el huerto obraste
de edad de ocho años.
Su padre era un caballero
cristiano, honrado y prudente
que mantenía su casa
con el sudor de su frente.
Y tenía un huerto
donde recogía
cosechas del fruto
que el tiempo traía.
Por la mañana, un domingo,
como siempre acostumbraba,
se marchó su padre a Misa
diciéndole estas palabras:
Antonio querido,
ven aquí, hijo amado,
escucha, que tengo
que darte un recado:
mientras tanto yo esté en Misa
gran cuidado has de tener,
mira que los pajarcitos
todo lo echan a perder:
entran en el huerto,
pican el sembrado,
por eso te pido
que tengas cuidado.
El padre se fue a la iglesia
a oír Misa con devoción
,
Antonio quedó cuidando
y a los pájaros llamó:
venid pajarcitos,
dejad el sembrado,
que mi padre ha dicho
que tenga cuidado.
[Para que mejor yo pueda
cumplir con mi obligación,
voy a encerraros a todos
en esta habitación.
A los pajaritos
entrar les mandaba,
y ellos muy humildes
en el cuarto entraban.]
Por aquella cercanía
ningún pájaro quedó,
porque todos acudieron
donde Antonio les llamó.
Lleno de alegría
San Antonio estaba,
y los pajarcitos
alegres cantaban.
Al ver venir a su padre
luego les mandó callar;
llegó su padre a la puerta
y le empezó a preguntar:
Dime, tú, hijo amado,
dime tú, Antoñito,
¿tuviste cuidado
con los pajarcitos?
El hijo le contestó:
padre, no esté preocupado
que para que no hagan daño
todos los tengo encerrados.
El padre que vio milagro tan grande
al señor Obispo
trató de avisarle.
Acudió el señor Obispo
con grande acompañamiento,
quedaron todos confusos
al ver tan grande portento.
Abrieron ventanas,
puertas al azar,
por ver si las aves
querían marchar.
Antonio les dijo a todos:
Señores, nadie se agravie,
los pajarcitos no salen
mientras yo no se lo mande.
Se puso en la puerta
y les dijo así:
Hola, pajarcitos,
ya podéis salir:
Salgan cigüeñas con orden,
águilas, grullas y garzas,
gavilanes y mochuelos,
verderones y avutardas.
Salgan las urracas,
tórtolas, perdices,
palomas, gorriones
y las codornices.
Cuando acaban de salir
todos juntitos se ponen
aguardando a San Antonio
para ver lo que dispone.
Y Antonio les dice:
no entréis en sembrado,
idos por los montes,
y los ricos prados.
Al tiempo de alzar el vuelo
cantan con dulce alegría,
despidiéndose de Antonio
y toda la compañía.
El señor Obispo
al ver tal milagro,
por todas las partes
mandó publicarlo.
¡Árbol de grandiosidades,
fuente de la caridad,
depósito de bondades,
Padre de inmensa piedad!
Antonio divino,
por tu intercesión
merezcamos todos
la eterna mansión.



https://www.youtube.com/watch?v=vIE4Qm6-GdQ
La versión elegida vuelve a ser de Joaquín Díaz dada su naturaleza y sencillez al interpretarla y su fidelidad en la recopilación. La obra es “Del Cancionero Tradicional”  1974.
Al igual que el romance del Conde Olinos esta canción cuenta con un componente expresivo importante. No sólo el texto sino también la música son capaces de expresar y de hacer sentir a los niños diferentes emociones. La canción es un recurso esencial en primaria, más aún en los primeros cursos, donde el carácter lúdico del baile y el movimiento cobran un papel protagonista. este romance cantado puede ser adecuado para los alumnos de 2º de primaria ya que el contenido que presenta es de una gran sencillez e ingenuidad. Los alumnos pueden sentirse identificados con San Antonio ya que se trata de un niño de una edad parecida.

En un primer momento se procederá  a escuchar la canción en el aula y repetirla varias veces de manera que se familiaricen con el contenido. De forma posterior y para facilitar su comprensión será el docente el encargado de recitarlo varias veces.
A continuación se desarrollará una tertulia dialógica sobre lo escuchado. Se trata de un romance largo por lo que se puede trabajar por partes. Deberán explicarse determinadas expresiones que probablemente no comprendan los alumnos por no encontrarse en su lenguaje diario. Los alumnos mostrarán tanto lo que hayan entendido del romance como lo que más les haya gustado o disgutado del mismo. Pueden sugerir también posibles cambios, incluso un nuevo final para la historia cantada.




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